“BAJO EL MANTO DE LA NOCHE ETERNA”
"AICUL Y EL REINO DE LA LUZ. PARTE II"
DE VICTORIA MAROTO
CAPÍTULO 1: LA BÚSQUEDA.
Dicen que aquellas personas que desde la más tierna infancia y juventud viven situaciones marcadas por el dolor y el sufrimiento son personas que maduran demasiado pronto, que, de forma inconsciente, les cubre una coraza que les ayuda a protegerse de aquello que les rodea y pueda hacerles daño….
A veces la vida arremete contra nosotros con fuerza, con tanta dureza que nos cuesta mantenernos en pie. Tan solo aquellos que mantienen los pies aferrados a la tierra son capaces de sortear los duros envites de la vida. No es fácil ver lo bueno de un charco de fango en el que te ahogas sin remedio alguno. Cerrar los ojos y dejar de mirar, dejar de sentir….., no es la solución.
A pesar de todo…. puede que exista, por difícil que sea, una pequeña mota de arena, diferente, en la inmensidad del desierto. Perdida en la extensa noche, la luz se haya escondida, tan solo hay que encontrarla……
Atrás quedaba mi reino, muy lejos quedó mi amor, ya no estaba en casa, ya no me encontraba en un lugar seguro……, sola y sin saber qué iba hacer me adentraba en un mundo desconocido, desolado, muerto en vida, con la sola idea de encontrar a quien me dio la vida…., mi madre. Ella estaba en alguna parte… en aquel horrible lugar, oculta, después de tantos años, anclada en el tiempo bajo una poderosa magia que le obligaba a permanecer recluida. No sabía si la encontraría, ni en qué condiciones, la sola idea de no poder salvarle me angustiaba. Tan solo esperaba que no fuese demasiado tarde, tantos años sumida en aquel infierno podría haber tenido consecuencias irreparables en su corazón y en su alma.
Caminaba con dificultad sobre el suelo embarrado. Mis blancas ropas se ensuciaron rápidamente, los bajos del vestido se enganchaban con las ramas de los árboles podridos que me encontraba derribados a lo largo del camino. En todo momento debía mantener en alerta mis sentidos con el fin de detectar cualquier tipo de ente, mágico o no, que estuviese a mí alrededor… a pesar de que no parecía que ningún tipo de vida existiese ni cerca ni lejos de allí, al menos aparentemente, mis sentidos estaban revolucionados. Sabía que cientos, miles de ojos de seres de orden inferior me observaban, escudriñaban cada uno de mis movimientos…..,aparte de esto, nada más, por lo menos hasta aquel instante nada que debiera preocuparme llegaba a mis sentidos…..
Era el momento de intentar contactar con mi madre, no estaba dispuesta a permanecer más tiempo en aquel lugar infecto repleto de malas vibraciones. Era tan sumamente cargante que la sensación de malestar me embargaba, no podía permitir pasar ni un gramo de maldad en mi ser.
En medio de la nada más descorazonadora cerré los ojos y en mi mente la imagen inmóvil de mi madre serenaba mis miedos….jamás la había visto en persona, pero en mi recuerdo estaba su rostro gravado a fuego gracias al cuadro en el que estaba encerrada y a los retratos que mi abuela me enseñó. Cada una de sus facciones, gestos, sonrisas… conocía su cara a la perfección… busqué en mi interior la necesidad de encontrarla, el sentimiento de ausencia que me había estado persiguiendo durante tantos años, la ilusión de recuperar lo perdido…… y fue tan solo en cuestión de segundos cuando un inmenso poder me trasladó mentalmente a toda velocidad, a través de aquel paraje inhóspito y desolado, hasta una gruta perdida en medio de grandes montañas desnudas y oscuras. La imagen proyectada en mi mente fue breve, más bien fugaz, no llegué a verla físicamente, pero mi interior me decía que parte de su esencia se encontraba en el interior de aquella gruta.
El ruido ensordecedor de cientos de aves con un increíble parecido a cuervos graznando me obligó a abrir los ojos apresuradamente. Claramente había llamado su atención al utilizar mi poder. Una nube negra en forma de espiral ascendente se elevaba sobre mi cabeza. Aquellos pájaros de plumaje negro luminoso reflejaron la escasa luz que un día encapotado podía tener. Sus inquietantes ojos rojos eran los mismos que me habían estado observando desde el mismo momento en el que llegué allí.
Tan solo habían estado esperando para atacar……
Se abalanzaron sobre mí……, cientos de ellos, totalmente enfurecidos, tenían un objetivo muy claro… yo.
Mis ojos se elevaron hacía el cielo gris, encendidos en azul, decididos, sin miedo……las palabras brotaron de mis labios….. SOAJELA Y DARAP. Estaban a tan solo unos centímetros de mí… tan cerca que casi se podía ver mi cara reflejada en sus ojos de rojo intenso y al igual que si toda aquella nube negra chocara contra un muro de duro e impenetrable granito pararon en seco. Los primeros en llegar quedaron prácticamente destrozados por el impacto cayendo ya inertes sobre el fango, el resto, simplemente, se alejaron hasta una distancia prudencial en la que, por supuesto, no me perdían de vista. Apoyados sobre las tristes y descompuestas ramas de los árboles, mis nuevos amigos ya no se molestaban en observarme ocultos desde las sombras, lo hacían abiertamente, amenazantes….
Aún no habían pasado ni dos minutos desde el ataque cuando una sombra negra pasó a toda velocidad tras de mí, lo sentí….., lo percibí, y a su paso un escalofrío recorrió cada centímetro de mi piel. Aquel ser ya no era un ente de orden inferior, aquel ser, fuese lo que fuese, sí que podría suponer un problema…..era demasiado poderoso, no tanto como yo, pero…a veces…. vale más la maña que la fuerza y yo debía ser prudente, pues era una joven inexperta con algo muy grande entre las manos, mientras que lo que me rondaba era tan antiguo como el tiempo….
Su esencia atravesó mi ser y vi sin necesidad de utilizar los ojos…. comencé a ver imágenes en mi cabeza, me trasladé a otro tiempo, a otro lugar…..comprendí que era un momento en el que el hombre y la tierra aún era uno solo, era un mundo donde con tan solo una mirada se expresaba todo un sentimiento, era un mundo mágico en el que el ser humano estaba en perfecta sincronía con la naturaleza…..
Me hallé en medio de una pequeña aldea de no más de quince o veinte chozas elaboradas de cañas y barro, situada en un paraje natural, rico tanto en fauna como en flora, digno de los sueños más idílicos. Sus habitantes discurrían de un lado para otro sin reparar en mi presencia, trabajando en sus labores del día a día. De entre sus gentes me llamó automáticamente la presencia de un joven apuesto que salió de una de las chozas portando un cesto lleno de frutos silvestres. Era alto, esbelto, de pelo castaño y ojos verdes. Había algo diferente en su mirar, su aura desprendía un gran poder, no era como el resto de moradores de aquella modesta y tranquila aldea……era sin duda, un ser mágico.
Caminaba acompasado y marcha ligera hacia donde yo estaba con la mirada puesta al frente hasta que llegó justo frente a mí….tan cerca que llegó a intimidarme. Su cara me decía que percibía mi presencia, ¿cómo podía ser?, en todo momento creí ser una mera espectadora de un hecho pasado, pero…¿cómo sería posible?… a no ser que…… aquel suceso estuviese ocurriendo en ese mismo instante o que yo en persona me hubiese trasladado a otro momento en el tiempo. Me moví hacia un lado para comprobar si podía verme y a pesar de que sus ojos no me seguían sabía que me sentía, él sabía que yo estaba allí.
El cesto cayó al suelo dejando desperdigados en él todo su contenido, salió corriendo en todas direcciones gritando en un idioma perdido, un idioma ya muerto que comprendí al instante gracias a mi inmenso poder. Alertaba a sus vecinos de la llegada de un ser diabólico que los destruiría a todos…. No tardó mucho en cundir el pánico…hombres, mujeres, niños y ancianos huyeron inmediatamente del poblado sin llevarse nada más aparte de lo puesto. En menos de diez minutos me quedé completamente sola. No acababa de comprender por qué estaba en aquel lugar en ese preciso momento.
Entre extrañada y perpleja comencé a caminar entre las chozas intentando buscar respuestas pero no encontré nada más que humildes habitáculos con escasas posesiones. No tuve mucho tiempo de curiosear antes de darme cuenta de que ya no estaba sola….tras de mi esperaba inmóvil a que yo me girase. Me encontré con sus ojos verdes, con su imponente presencia, con su intimidante mirada. Aquello era totalmente surrealista, no comprendía nada….., pero me dejé llevar.
Hablamos en su idioma perdido y muerto.
- ¿Qué estás buscando?- me preguntó directamente.
- ¿Quién eres?- le contesté con un pregunta.
- He vivido muchas vidas, soy desde el comienzo de los tiempos, mi alma atormentada ha vagado de un lado para otro viviendo vidas que no le correspondían, ocupando cuerpos que no le pertenecían…..- me explicó.
- ¿Qué eres?- estaba confusa. Estaba cerca de mí y al mirarle sentí que era un ser muy poderoso, enigmático y ambiguo. No tenía claro si era hombre o mujer, si era bueno o malo ni qué buscaba al contactar conmigo. De igual manera mi instinto me invitaba a ser prudente, sabía que no podía fiarme de ello.
- ¿Qué estás buscando?- volvió a preguntarme algo molesto.
- Lo sabes perfectamente- afirmé.
- ……..- no contestó a mi afirmación.
- Sabes quién soy y a lo que vengo, la pregunta es ¿qué estás buscando tú?- fui contundente a pesar de que me estaba siendo prácticamente imposible saber qué estaba ocurriendo. Afortunadamente, ese ser no podía penetrar en mí y en mis pensamientos, yo era más fuerte. La cuestión estaba en jugar bien mis cartas, él tenía la experiencia de milenios de existencia y yo hacía cuestión de unas horas que había heredado mis poderes.
- ……..- seguía sin contestar.
- ¿Qué quieres de mí?, ¿por qué me has traído hasta aquí?......
- Tan solo quiero que te quedes conmigo…….
- …….- le miré….lo único que vi fue la sombra de un ser atormentado y solitario……, por el momento no me dejaba ver más.
- Quédate conmigo…..- sus verdaderos deseos no tardaron en formularse.
- ……..- estaba esperando una respuesta a una pregunta muy clara ¿quién eres?
- Soy desde el principio de los tiempos, mi nombre es Divad, nací arrullado por los primeros latidos del universo, aleccionado por los primitivos pasos del bien y del mal…..desgraciadamente, la historia de mi existencia no está carente de cierta ironía pues, a pesar de la inmensidad que me rodea y me ha rodeado desde el comienzo de mí existencia, siempre he estado solo.
- ¿Estás atrapado aquí?....
- No hay barreras ni fronteras que detengan mi paso, estoy donde quiero estar en cada momento. Elegí este como mi hogar, como mi exilio, con la firme promesa de olvidar lo vivido al otro lado.
- No te entiendo…, si puedes elegir ¿qué haces aquí en este horrible lugar?
- …..es donde debo estar…..
- ¿Por qué?
- ………- no hubo respuesta a esta pregunta, le miraba a los ojos y en ellos seguía intuyendo a un ser extraño y ambiguo del que no tenía muy claro ni su género ni su condición moral. De igual modo supe que no debía confiar en él, ocultaba algo que no era capaz de descifrar.
- Tengo que marcharme, mi madre me espera- le dije
- Tu madre hace tiempo que dejó de ser lo que era… este lugar corrompe, destruye…. Se rindió.
- ¿Has visto a mi madre?, ¿la conoces?, ¿sabes dónde puedo encontrarla?...- por un instante me entusiasmé al pensar que la posibilidad de poder salvar a mi madre estaba más próxima.
- La conocí…
- No te entiendo…mi madre sigue viva, puedo sentirlo. Sé que está aquí.
- Como te he dicho, ya nada se puede hacer por ella.
- Eso ya lo veremos…- añadí con desdén. Era evidente que Divad no estaba dispuesto a ayudarme, más bien todo lo contrario.
- Serás mía, ya nunca más estaré solo….. tan solo tú estás a mi altura.
- ¿Pero qué estás diciendo?...
- Serás mi compañera.
- Adiós….mi lugar no está aquí y tampoco el suyo – empezaba a violentarme, su voz, sus gestos mostraban a un ser posesivo cuyo único interés era retenerme a su lado contra mi voluntad.
- Como bien has mencionado…..eso ya lo veremos- sus ojos verdes se clavaron en los míos, era caprichoso y testarudo, no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer.
Sin mediar una sola palabra más deseé marcharme de la ensoñación de un ser lunático y al momento, la aldea, el muchacho de ojos verdes y el paisaje idílico desaparecieron dejando paso de nuevo a la desolación.
Tras de mí Divad seguía acechándome bajo la forma de una sombra oscura y amorfa flotando en el aire.
- ¿Sigues ahí?- le pregunté
- ……..- no me contestó, ni a esa ni a otras muchas preguntas que le hice sobre ella. Cuando me cansé de hablar sola proseguí con mi camino. Muy de cerca me seguía la sombra. Le dejé que lo hiciese, me convenía tenerle cerca para así poder estudiarlo, analizarlo, descubrir el hueco por el que poder entrar y así descubrir su secreto.
Nada había cambiado a mi vuelta. El mismo suelo embarrado, los mismos árboles podridos, los mismos ojos observándome muy de cerca….
Lancé una mirada desafiante a los pequeños seres alados, con ella, les dejé claro que esperaba no volver a tener ningún altercado más o acabaría con ellos. Mi aviso tuvo respuesta, aunque no la que esperaba, pues comenzaron a graznar enloquecidos, batiendo las alas sin moverse del sitio, parecía que mi amenaza más que amedrentar exaltó a aquellos malditos bichos.
En medio de tanto revuelo formule mi deseo en palabras cargadas de magia y con el anhelo de encontrarla sana y salva.
“ADIV AL A SAREVLOV Y IT A ÉREVLOV, ANITSEDERP Y ENU SON ADIV AL ED AZREUF AL”
En tan solo un parpadeo llegué a la entrada de la gruta en la que, supuestamente, estaba ella. Avancé con precaución, al mismo tiempo, analizaba exhaustivamente a mi curioso compañero de viaje. Mis sentidos estaban trabajando a marchas forzadas. Poco a poco iba descubriendo cosas de mi repentino anejo.
Seguía sin dirigirme la palabra desde nuestro primer encuentro, pero en cierto modo me estaba diciendo tanto….noté que se sentía muy bien a mi lado. Pude ver pequeños retales de vidas pasadas, tristes vidas inundadas por la sensación eterna de la pérdida. Amar y perder, nacer y nunca morir. Estaba cansado de existir, me compadecí de su dolor y de alguna manera entendí que me necesitase tanto, para él yo era la última oportunidad de ser feliz. Podía suponer un punto y aparte, un punto y final de una historia interminable. Vi momentos alegres, tristes, inolvidables, amores, hijos, ilusiones, desilusiones, pérdidas…innumerables pérdidas, tantas que ya era imposible de soportar. En lo últimos años, tan solo soledad, ya había sido suficiente, ya no estaba dispuesto a sufrir más. Él mismo se aisló donde nada ni nadie existiese, hasta llegar al punto de olvidarse de quién era. Se prometió no dejarse llevar nunca más, su voluntad se rindió……..hasta que llegó mi madre.
La vi……la vi en el interior de Divad…..era un recuerdo, sin duda correspondía al momento en el que fue apresada y encerrada en aquel lugar por Niac. Las imágenes se amontonaban en mi mente, eran inconexas, confusas, pero no había duda, era ella….en el mismo lugar donde yo aparecí, observando el mismo paisaje….desolada, lamentándose por haberse dejado engañar, por haberse dejado atrapar. Lloraba, su corazón se rompía en mil pedazos. Tras de sí dejaba un reino, su amor, sus hijos, su vida entera y desde allí, todo estaba perdido, nada podía hacer. Cayó de rodillas al suelo embarrado…..no tenía consuelo….mientras tanto, oculto en las sombras él la observaba. Su isla desierta había sido ocupada por alguien desconocido, tuvo miedo de acercarse, hacía tanto tiempo que no tenía contacto con ningún ser vivo….la soledad era ya su modo de existir. Percibió que era un ser mágico y ello le devolvió la esperanza ¿sería ella quien le salvase? A pesar de que se prometió no volver a sufrir más…en el fondo, deseaba con todo su ser no sentirse tan solo, deseaba amar y ser amado. Aunque esta vez para siempre, esta vez no quería perder, no deseaba decir adiós.
Al principio tan solo analizó concienzudamente su interior, necesitaba saber quién era, cuál era su historia, de dónde provenía aquella joven desconocida. Por su parte, mi madre estaba tan ensimismada en su dolor que no detectó presencia alguna, estaba muy ocupada llorando y lanzando al aire un conjuro tras otro con el fin de salir de su cárcel sin rejas pero nada de lo que hiciese tendría resultado, fue tan inútil como intentar que la tierra dejase de girar sobre sí misma.
No tardó en saber que su corazón y su alma pertenecían a otra persona, que era una protectora de la luz, la reina de ALEV OTORAM y cuál era la razón por la que había llegado a su mundo…nos vio a mi hermano y a mí, supo que yo sería el ser más poderoso del universo, hasta él llegó la energía que crecía dentro de mi ser y no tuvo dudas, yo acapararía un gran poder……una idea le abordó al momento, un planteamiento que taladró mi sensibilidad dejándome tocada. Pensó en mi cada segundo, cada minuto de su vida anhelando nuestro encuentro. En su propósito, un plan macabro se estaba gestando.
Día a tras día la estuvo siguiendo, debilitándola a cada paso, minando su voluntad hasta acabar con su fortaleza, fue destruyéndola lentamente con el único objetivo de que no volviese a salir de allí jamás. En teoría, cuando mi abuelo fue derrotado por Ylay ya no debería haber existido ningún motivo que la retuviese allí…… pero, Divad no podía permitir que nada interfiriese en su plan, daba igual lo que ocurriese en el exterior…..en el fondo sabía que tarde o temprano yo iría a buscarla.
Dejó su cuerpo en una fría gruta, sobre una losa de piedra y al igual que mi padre, mi madre, quedó sumida en un sueño eterno. Sus almas vagarían eternamente en un abismo del que no podrían salir……en ese preciso instante lo comprendí……las almas gemelas, en perfecta sincronía, permanecerán dormidas a la espera de volver a encontrarse.
- Muéstrate….- le ordené, enfadada- ¿cuál es tu verdadera apariencia?.....muestra té, yo te lo ordeno- repetí hasta la saciedad.
- No tengo cuerpo, apariencia, ni forma…soy un alma etérea que, al igual que los parásitos, va buscando su hogar en cuerpos ajenos, simples cuerpos que poder ocupar. Por mí mismo, tan solo soy capaz de crear meras ilusiones- me contestó una voz potente que provenía de la sombra que me acompañaba- si tú quieres, puedo mostrarme como alguien que ya conoces…..
La sombra se transformó en el muchacho de ojos verdes.
- ¿Por qué?- le pregunté.
- Por ti….., tú me salvarás…
- …….- estaba conmocionada, no podía hablar.
- Tenía que estar seguro de que llegases a mí. En mi mente has estado a mi lado, te esperaré hasta que estés preparada. Sé que eres tú, no puede haber más que tú, eres única en todo el universo.
- Eso jamás va a ocurrir y lo sabes.
- No dejaré que te vayas.
- Soy más fuerte que tú.
- Eres joven e inexperta, mientras que yo estoy hecho de las arenas del tiempo, para cuando aprendas a controlar lo que tienes entre manos….ya serás mía.- se mostraba tan seguro.
- No te atrevas a subestimarme.
- No tengo intención de hacerlo.
Sus ojos me miraban como si me conocieran desde siempre, su sonrisa decía que se alegraba de haberme encontrado, temblaba ante mi presencia y aunque aquel ser había confundido el amor con la atrocidad…..sentí lástima por él.
- Puedo ser lo tú quieras, descubrirte un mundo lleno de magia…..te ofrezco mi alma entera, todo mi ser. Tan solo tú me salvarás de una existencia marcada por la soledad. Podemos hacernos muy felices.
- Mi corazón ya tiene dueño. Lo siento pero no puedo cumplir tus expectativas……
- No me daré por vencido….tengo toda la eternidad para conquistarte.
Alargó su mano y con un simple movimiento de muñeca volvimos a donde nos conocimos.
- ¿Te gusta?....este fue el momento y el lugar en el que fui más feliz…..ahora tan solo es una imagen irreal de un recuerdo perdido. Te puedo enseñar todo lo que mis ojos han visto……
Le miraba en silencio sin saber qué decir….es tan difícil matar las ilusiones de quien te mira con otros ojos….
Se esforzaba por contentarme y sabía que lo seguiría haciéndolo a toda costa.
- Si es cierto que me quieres….déjame marchar. No puedes obligarme a que te ame, el amor es libre y tú me estas negando esa libertad.
Su cara cambió por completo……
- ¡Es que no entiendes que sin ti no soy nada!- me gritó.
- Puedo ayudarte, puedo ser tu amiga…nada más.
- Cambiarás….cuando me sientas, cuando me entiendas…cambiaras de idea.
Desapareció el muchacho de ojos verdes y el paraíso donde fue feliz.
De nuevo estaba frente a la gruta, aunque sin sombras tras de mí. Estaba enfadado conmigo, ahora volvía a observarme desde lejos. Me había estado esperando durante años, había hecho lo innombrable, para él el fin justificaba los medios y el hecho de que no reaccionase como esperaba desmoronaba todos los castillos que se había construido en el aire.
Dirigí mi atención a otra cuestión….mi madre me esperaba, estaba dentro de la gruta. No debía dejarle ganar posiciones.
Entré en la cueva. El suelo de roca negra era resbaladizo, húmedo. Desde mi posición se intuía una larga y amplia galería, pero estaba tan oscuro que no se veía nada. La solución nacería de la palma de mi mano. Una pequeña esfera luminosa nacía y crecía. Alcé el brazo y la empujé hasta el techo de la galería iluminándome así el camino. Según andaba, la esfera luminosa me acompañaba.
Caminé unos cinco minutos, no estaba lejos, la sentía cada vez más cerca. Al final de la galería se abría una enorme caverna. Era majestuosa, colosal, la capilla sixtina de la antigüedad elaborada milímetro a milímetro a lo largo de cientos, miles de años. Estalactitas de todos los tamaños y colores coronaban la estancia gracias a los minerales y a la acción del agua.
En el centro, había una losa y sobre la losa su cuerpo inerte. Como una bella estatua permanecía tumbada, boca arriba, con las manos entrelazadas sobre su pecho. Protegida por un escudo invisible, su cuerpo no sufría las inclemencias de aquel intempestivo lugar. La humedad, los insectos, el frío no la afectaban. Su cara y su cuerpo no habían cambiado en absoluto, eran tal y como los recordaba. A diferencia de mi padre, ella no estaba demacrada o deteriorada. A pesar de su plan descabellado, Divad cuidó de mi madre. La cuidó como si fuese una bella muñequita tras el cristal de una vitrina.
Me acerqué hasta la losa. Sentí la energía electrizante del escudo que envolvía su figura inmóvil.
- ¿Dónde estás mamá?- pregunté a un cuerpo vacío, pero vivo.
Su alma, su esencia estaba allí, no podía salir. Vagaba sin remedio en un mundo aparte, un lugar fuera de toda lógica, una tierra donde el mal reinaba entre alimañas, seres infectos, toneladas de lodo y árboles podridos…..vagaba buscando algo que ni ella misma sabía, sumida en un laberinto de emociones, sensaciones confusas, no era capaz de volver. Divad se había asegurado a conciencia de que eso no pasara.
Respiré hondo y a plena voz pregunté:
- ¿SATSE EDNOD?.
Cada una de las piedras que levantaban aquella gruta temblaron ante mi llamada.
- IM A EVLEUV, OTNEIV LE NE EMETNEIS- no cesé en mi propósito.
Al igual que miles de millones de gotas de agua, mi requerimiento inundó todos y cada uno de los rincones de ese mundo inmundo.
- ¡No!- su voz profunda e irritada dejaba ver su enfado- ¡no conseguirás lo que andas buscando, no te iras de mi lado!
Una fuerza sobrenatural me arrastró hacía la salida de la gruta. En volandas, en menos de cinco segundos, estaba fuera y una vez allí Divad selló la entrada con algo más fuerte que una enorme montaña. Un escudo mágico impedía el acceso de nuevo al interior de la cueva.
- Ríndete, conseguiré entrar. Tarde o temprano lograré dominar mis poderes y ya no serás rival para mí. Lo sabes, es inútil que te resistas…no permitas que esto acabe así. Puedo ayudarte a ser feliz…tan solo tienes que dejarme.
- Ya sabes lo que me haría feliz.
- No me pidas lo que no puedo darte.
- ……tu madre y tú seréis tan desgraciadas como yo…
No se dejó ver, tan solo su voz retumbaba a mi alrededor.
- He puesto todo de mi parte para no tener que enfrentarnos. A pesar de lo que nos has hecho estaba dispuesta a perdonar y ofrecerte mi mano….no creas que voy a dejar que hagas de mí otra muñequita dentro de su vitrina,…..no soy propiedad de nadie. Tan solo yo puedo elegir.
- ……..- no me contestó en palabras, pero si con hechos…el cielo se oscureció aún más si cabe…era una noche sin luna y sin estrellas, apenas se veía nada. Sus emociones, sus sentimientos, una profunda tristeza se reflejaba en el ambiente.
Yo tenía tanto poder como miedo a equivocarme. No pude evitar que el recuerdo de Antonia acudiese a mi mente. Me hacía tanta falta, me sentía tan perdida. Seguro que ella sabría qué hacer. Nadie jamás me ha dado tan buenos consejos. Por muy mal que yo estuviese tenía la increíble capacidad de saber consolarme. Tan solo ella me entendía a la perfección……
Sin duda alguna, lo que sí que haría sería reñirme. No podía permitirme ningún momento de fragilidad, de flaqueza,….y el problema es que estaba inmersa en una montaña rusa de emociones. Tan pronto me sentía poderosa y con ganas de afrontar todo los obstáculos que se presentasen como me sumía en la más absoluta tristeza y me creía incapaz de seguir adelante….era agotador, el efecto de una enloquecida montaña rusa era agotador.
De haber podido me habría recordado que no era una adolescente normal con los problemas típicos e inherentes a este momento de la vida, también era la reina de ALEV OTORAM, la máxima representante de las protectoras del bien en el universo y que sobre mí recaía un gran poder y, por ende, una gran responsabilidad.
Pasé algún tiempo ensimismada en mis pensamientos, a salvo dentro de mí misma….anclada en mis recuerdos…..tan solo un milagro podría salvarme. La tristeza penetraba bajo la piel, había dejado una pequeña brecha abierta en el alma, había bajado la guardia. Atravesar la oscuridad tiene sus consecuencias.
Un ligero hormigueo al principio….una brisa de aire renovado después. Ella había oído mi llamada, me había sentido a través de las tinieblas. Tan solo mi madre podía cogerme de la mano y hacerme sentir ganas de luchar de nuevo.
Su esencia, su alma, todo su ser traspasó mi interior…….estaba perdida…..acudió a mi requerimiento, pero, por desgracia, no entendía por qué. Tan solo sentía que debía hacerlo, era algo que tenía qué hacer.
Vi su interior con toda claridad…..no me reconoció en ningún momento, ni siquiera sabía quién era ella misma. Había transcurrido demasiado tiempo, perdida, lejos de sus recuerdos, lejos de la realidad. Llegó a pensar que ese era el lugar donde debía estar. Dejó de cuestionarse nada más allá de lo que tenía a su alcance, nada más allá de lo que vivía en su día a día. Se había perdido en el abismo del olvido.
Daba vueltas a mi alrededor, me observaba, jugaba conmigo….se sentía bien.
Cada vez que su alma atravesaba la mía propia curaba mi tristeza, mis miedos, años de soledad ocasionados por su ausencia…por un momento fui una niña pequeña jugando con su madre.
Divad no tardó en entrar en escena. Notaba que volvía a tener el valor y las fuerzas necesarias para llegar a lograr el objetivo que me había llevado hasta allí.
Se colocó a mi lado bajo la forma del muchacho de ojos verdes, extendió su mano a la altura de mi cabeza y conjuró en palabras de un lenguaje perdido un hechizo que permitiese abrir de nuevo la brecha que diera paso a la oscuridad en mí.
Le miré sin sobresaltos. Con rostro sereno e impertérrito contesté:
- RES IM ED AZELATROF AL AREPMOR ON OIRANELIM REDOP UT, IM NE AYAH ES ORETNE OSREVINU LE.
Sus ojos se abrieron sorprendidos, no tenía nada qué hacer. Había superado uno de los obstáculos más importantes…..la confianza en mí misma....al menos por el momento.
- EVLEUV. ROCNER ODRAUG ET ON, RIERNOS OIV ET EUQ RAGUL LA EVLEUV.
Lentamente su imagen se fue desvaneciendo. Podría volver a ese lugar, esta vez de verdad, no sería una mera ilusión, volvería al mismo tiempo, al mismo lugar en el que fue feliz, reviviría ese preciso instante para siempre. Nunca más volvería a estar solo, nunca más volvería a perder…
Antes de desaparecer por completo me miró, sabía cuál era su destino, me dedicó una enorme sonrisa y se despidió de mi con tan solo una palabra….. GRACIAS.
- Y ahora tu…mamá. Tenemos que salir de aquí cuanto antes.
Su esencia y yo nos trasladamos allá donde yacía su cuerpo…..habían estado tanto tiempo lejos el uno del otro…..tanto que ya no se sentían, tanto que ya no se reconocían…..
Divad ya no estaba y eso se hizo patente cuando la barrera de protección que cubría el cuerpo de mi madre desapareció. Al instante su cara, su cuerpo, sus cabellos comenzaron a mojarse tímidamente gracias a las gotitas de agua que caían del techo de la gruta. Ya no estaba aislada de las inclemencias del ambiente pútrido.
- NAREPSE ET NAMA ET SENEIUQ, ETSIUF AÍD NU EUQ OL RES A EVLEUV OTELPMOC ONU RES A EVLEUV, EVLEUV.- pronuncié a plena voz levantando los brazos en cruz.
Su esencia se colocó sobre su cuerpo invitado por mis palabras y allí permaneció inmóvil sobre él.
Percibía las sensaciones…..no se reconocía a sí misma, parecía estar observando a una extraña.
Me acerqué a su oído, necesitaba decirle algo.
- Hola mamá…., soy yo, Lucía- estaba profundamente emocionada, estaba tan cerca pero tan lejos de ella…mis ojos se empañaron sin remedio- ….el odio y las ansias de poder de Niac truncaron nuestras vidas hasta tal punto que ninguno de nosotros volveremos a ser los mismos….nos han robado toda una vida juntos….tu amor, tu cariño, dormirme en tu regazo, abrazarte para no tener miedo a la oscuridad…..mamá…..regresa a mi lado…..te necesito….Jorge te necesita……recuerda…, regresa en el tiempo, al momento en el que lo tenías todo y siente la necesidad de recuperarlo.- la palabras se entrecortaban, me veía tan impotente…si ella no accedía, daba igual lo que yo hiciese, no podría volver.
Sequé mis lágrimas con su vestido blanco, mi cabeza apoyada sobre ella parecía no querer alejarse de su lado.
Llegaba el momento, no podía demorar más mi permanencia en aquel lugar…..aquello no parecía tener solución y no podía quedarme eternamente. Debía marcharme, tenía que dejarla allí….con todo el dolor de mi alma, pero mi reino me necesitaba. Mi hermano podría atacar en cualquier momento e Ylay no podría enfrentarse solo a él….Ylay…..mi querido Ylay…..le echaba tanto de menos….le necesitaba tanto…..mi amor….
Esperé y esperé sin recibir respuesta, seguía sin reconocerse, seguía sin recordar.
Me puse en pie. No podía seguir esperando.
Con los ojos aun hinchados le dediqué unas palabras antes de la despedida.
- Te esperaré al otro lado. Cuando estés preparada darás el paso que tienes que dar. Ya no hay motivos que te retengan aquí. Tan solo tienes que seguir adelante. Este no es tu sitio- me volví a inclinar sobre ella, le di un beso en la mejilla- hasta pronto, mamá.
Con un golpe de muñeca volví a restaurar la barrera de protección que le aislaría de todo aquello que pudiese erosionar su cuerpo, pero con una diferencia….la nueva barrera no le impediría rencontrarse con su cuerpo, regenerarse y salir de allí…ahora tan solo dependía de ella.
- ÓZNEMOC ODOT EDNOD ÉREVLOV Y SOSAP SIM ÉRAHSED- cerré los ojos con la imagen de mi madre grabada en la retina y al abrirlos me encontré allá donde comencé esta aventura…..en el despacho de mi abuelo y las llaves separadas en ambas manos.
....CONTINUARÁ....
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